Bueno por dentro y vendedor por fuera

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Dicen que, aunque la mona se vista se seda, mona se queda. Sin embargo, en el mundo del marketing de los alimentos el vestido de seda es tan importante como el contenido o producto per se. Piensa en las fuertes batallas de anaquel que tienen que librar las marcas para atrapar la mirada del consumidor, ¿cuántas marcas de yogurt hay en el anaquel de una tienda de supermercado?

Los empaques han tomado una fuerte relevancia en el comercio, si estás por lanzar un nuevo producto o rediseñar alguno de los existentes, toma en cuenta algunos aspectos clave.

HAZTE NOTAR: Puedes hacerlo a través del uso de colores poco usuales para la categoría, formas llamativas o mensajes de impacto que hagan evidente tu ventaja competitiva.

SÉ COHERENTE: Tu empaque debe comunicar de forma eficaz la calidad, los diferenciadores y el precio del producto.  Lograrlo ayudará a que el consumidor clasifique y seleccione mejor. Uno de los errores más comunes es vestir al producto como uno de alta gama y asignarle un precio promedio cuando realmente la calidad y perfil son de gama económica o comercial.

LOS DETALLES CUENTAN: Un empaque con textura al tacto, ergonómico e incluso uno cuyo olor sea agradable para el consumidor tendrá mayores oportunidades de ser elegido.

Estos son sólo algunos consejos, recuerda que los empaques son una extensión de comunicación de tu marca. Dedícales la atención suficiente antes de lanzarlos al mercado.

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