Sí, suena contradictorio y en todo caso podemos pensar que es un colaborador que decide emprender fuera de nuestra empresa. Pero no, no es el caso. Nos referimos a aquellas personas que analizan, planean y proponen “micronegocios” bajo el mismo paraguas de la compañía.
Ampliemos el concepto, el primer paso es no centrarse únicamente en los departamentos de I&D, sabemos que son áreas especialidades en esto, pero no todas las empresas cuentan con una estructura así de amplia. Segundo, esos “micronegocios” están alineados con el core business de la organización. Tercero, son ejecutables básicamente con la estructura con la cual ya cuenta la empresa. Ejemplos; crear productos financieros para los colaboradores y clientes de la empresa, ampliar la oferta de productos a servicios de consultoría u organizar eventos especializados con fines de lucro.
Los colaboradores son una fuente primaria para crear nuevos negocios dentro de la organización, conocen el mercado y dominan la operación. Así que los invitamos a que en sus empresas promuevan y premien estas actividades, una excelente forma de hacerlo es generando sociedades entre la compañía y las personas que crearán el “micronegocio”, repartan el pastel y disfruten de los beneficios.
Recuerda, el emprendimiento también puede darse dentro de la misma empresa.
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